martes, 30 de abril de 2019

 

EN TÍ, HAY UN NIÑO INTERIOR












¿Quién no volvería a aquel momento en el que todo eran risas y amor?, a aquel momento en el que nuestra mayor preocupación era qué postre había preparado mamá.

La infancia es un símbolo de pureza, inocencia, vitalidad y alegría

Pero, ¿y si todavía siguiéramos teniendo un reflejo de ese niño interior escondido dentro de nosotros? Quizá nuestras ansias de renovación, de felicidad y de disfrutar de los pequeños detalles de la vida no sean más que la necesidad de dar voz a ese pequeño sabio al que alguna vez que otra hemos de oír.


No podemos olvidarnos de nuestro niño interior, el que nos impulsa a ser creativos, a renovarnos y a no dejar de ser jóvenes. Gracias a él no dejaremos de creer en la vida.

Puede que la adultez no sea más que un cambio de perspectiva, dado que pasamos de maravillarnos con lo que tenemos alrededor a asustarnos cuando algo se sale de lo normal. ¿Y no es cierto que lo normal también puede mirarse con los ojos de lo extraordinario? Quizá esa sea la clave: maravillarnos del mundo como si cada día lo viésemos por primera vez.

2 comentarios:

  1. se nota la niña interior que hay en ti , te felicito buena publicaciòn

    ResponderBorrar
  2. oye esto me ha puesto a pensar sobre mi mismo en desarrollo con los demás

    ResponderBorrar

Guía 2